Siguiendo con el articulo anterior de la poda, existe además el despunte, que como su nombre indica, consiste en quitar las puntas de los sarmientos. Así la planta no tiene que malgastar savia en desarrollar madera y hojas, y la dedica solo a los racimos. Fue muy recomendable hace años, sobre todo en llanuras batidas por el viento. Hoy dia se practica cuando se pasa una prepodadora en verano o a principios de otoño, para abrir paso a los tractores.
El deshoje o aclareo de hojas es una operación que se realiza en sitios de poca insolación, para que entre el aire y la luz a los racimos. Del mismo modo se llevan a cabo otros aclareos: los de brotes y los de racimos, que se practican en uvas de mesa caras. Eliminando algunos brotes o racimos a medio formar, se beneficia a los restantes, que serán más grandes y mejor presentados.
En casos muy particulares, se quita un anillo de corteza debajo de determinados racimos para que la savia alimente exclusivamente al fruto y éste aumente de tamaño. En contrapartida, puede cortarse así la comunicación con el resto de la planta, lo que dificulta la subida de savia y puede reproducir un efecto contrario al previsto. Por eso se trata de una operación que sólo debe realizarse con mucho criterio y después de meditarla.
Las operaciones de poda en verde son digamos complementarias; algunas son muy convenientes, pero la mayor parte se reserva sólo para casos especiales.
En las viñas que ya tienen varios años se aplican podas que evitan el envejecimiento. Su fundamento es sencillo; si los brazos se prolongan, hay un mayor recorrido de savia, la planta tiene que formar más madera y la viña se va agotando con este trabajo suplementario.
La poda se realiza de tal modo que no se prolonguen los brazos. Por ejemplo, si se trata de un pulgar de dos yemas, del que han salido dos sarmientos, se corta íntegro el más lejano al tronco y se forma nuevo esquema de pulgares en el más bajo. La cepa no sube, o sea, no se hace más alta, más larga de brazos.
También exite la poda de rejuvenecimiento, se deja deliberadamente un brote adventicio en el tronco, debajo de un brazo, y se poda dos o tres años fortaleciéndolo; luego, se cierra el brazo superior totalmente.
La cepa es más baja y, teóricamente, al tener facilitado el recorrido de la savia resulta reanimada y por tanto rejuvenecida.
