La creación de los vinos espumosos

Los vinos espumosos existen hace una gran cantidad de tiempo, aunque se fueron haciendo populares en los últimos años. Una gran cantidad de personas empezaron a hacerse fanáticos de esta clase de vinos, ya que se caracterizan por ser dulces o semidulces en algunos casos. Esta clase de vinos se hacen con uvas tintas y blancas que se cosechan poco antes de que lleguen al mejor estado de maduración. Esto se hace para poder evitar que las sustancias colorantes de la piel influyan en el color mosto .

Lo más emblemático de los vinos espumantes es el Champagne. Los elementos que se utilizan para hacerlos son Pinot Noir de uva tinta, Pinot Meunier de uva tinta y Chardonnay de uva blanca. En este sentido, hay que aclarar que todas las uvas tintas que son vinificadas en blanco tienen un mosto color claro.

Si bien el nombre se hizo conocido y se utiliza para la gran mayoría de los ejemplares que recorren el mundo, sólo podría ser utilizado para aquellos que están hechos en la zona de producción francesa Champagne. De ahí proviene el nombre que adquiere este estilo de vino.

Si hay que hablar sobre la elaboración de esta clase de vinos, hay que decir que todo comienza con la vinificación del blanco de uvas, así como también las Chardonay, Pinot Noir, Riesling, Chenin, Moscatel y Semillón.

Luego, todos los métodos que se llevan adelante para poder hacer los vinos espumosos tienen nombres. Estos son los métodos Champenoise o método clásico, que es el más común que se utiliza en la gran mayoría de las bodegas, o sino está el Método Charmat.

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