Hacer la prueba del vino

La prueba

Debemos tener en cuenta que independientemente de la etiqueta y de la historia de la botella, cada vez que descorchemos un vino debemos proceder siempre a probarlo, para asegurarnos ante todo que está en condiciones de ser bebido.

A los que ya de alguna forma u otra ya conocen lo suficientemente este mundo, le es suficiente con oler el corcho para juzgar el estado de conservación de la botella, detectantdo de inmediato la presencia de mohos o también el principio del avinagramiento.

Como ya os he comentado en apartado de la cata, el primer paso consiste en examinar el color; después hacerlo girar para que desarrolle su aroma y pueda analizarse con la nariz; luego un primer contacto con la lengua para poder apreciar sus cualidades táctiles y gustativas.

Si el sabor y los aromas componen un conjunto armónico, el vino es equilibrado. Un buen trago, retenido cierto tiempo en el paladar os permitirá analizar las cualidades de savia, cuerpo, finura, delicadeza, etc. Una buena impresión de todo este conjunto la podemos obtener tragándonos el liquido lentamente, con una profunda aspiración, apreciando el retrogusto o posgusto.

Con esta prueba o mediante técnicas parecidas, algunos expertos son capaces de determinar la cosecha, el origen, la edad y la variedad del vino.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *