Os puedo decir que ésta es la Denominación de Origen más grande, tanto de España como de Europa. La Mancha ocupa las tierras del centro de España, desde Madrid hasta Valdepeñas, que se caracterizan por ser sumamente secas, áridas y tórridas.
Los viñedos ocupan una extensión aproximada de 480.000 ha que abarcan parte de las provincias de Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real.
Sobresalen las subzonas de Campo de Calatrava, Campo de Montiel y, concretamente en Toledo, el término de Ocaña.
El clima es muy uniforme, continental y seco, con una pluviometría que no rebasa los 450 mm y una temperatura de 14ºC. Los suelos son calizos, sobre terrenos pardos con mezcla arcillosa, y en las estribaciones de Sierra Morena, aparecen rocas pizarrosas. La uva dominante es la blanca Airén, que produce el caldo blanco más característico de la región, ligeramente amarillento, afrutado y fresco, poco ácido y de paladar agradable, con una graduación entre 13 y 14,5º.
Los vinos tintos que se elaboran (Cencibel es la variedad más abundante) suelen ser jóvenes del año, afrutados y sabrosos, con una graduación entre los 11 y los 13º, que al envejecer se redondean.
Los rosados son ligeros y presentan tonos brillantes y un aroma fresco y afrutado.
Se puede citar entre otras, las bodegas: Ayuso, Cueva del Granero, Torres Filoso, Vinícola de Castilla, Centro Españolas, Fontana y Vinícola del Tomelloso.
Desde hace tiempo, muchos de los pequeños propietarios están dedicando sus empeños a obtener caldos de calidad, y buena prueba de ello es la introducción de cepas internacionales como Cabernet y Chardonnay, que ya empiezan a dar sus frutos.
