Las condiciones climaticas para el cultivo 2

Viñedo

Vamos a seguir con este sensacional tema, en el cual debeis saber que dentro de un clima determinado, en un año cualquiera no se darán exactamente los valores meteorológicos medios. Pero en conjunto os puedo decir que se pueden establecer las características del clima si atendemos a una serie de datos que os resumo:

Temperatura: Importa la cifra total de calor recibido durante el periodo de vegetación, que dura sobre unos 120 dias. La suma de las medias diarias de esos 120 dias debe ser igual o superior a las de un año normal. Se considera normal un año en que la cosecha haya sido buena, sin enfermedades y en el que el vino obtenido haya sido de buena calidad. El año normal es diferente en cada comarca.

Actividad solar: Aparte de las horas de insolación que, como es natural, se tienen en cuenta, está la actividad solar, que depende de las manchas solares. Este dato se indica en los calendarios meteorofenológicos marcándose la actividad con un número que suele llamarse WW. Es interesante observar que las grandes cosechas están relacionadas, de alguna manera con este número. Así, es frecuente que las grandes cosechas de los vinos de Rioja, en España, estén cerca de los mínimos WW.

Insolación: La maduración de la vid exige un número determinado de horas de insolación, es decir, de luz solar plena incidiendo sobre hojas y racimos. Si se dispone de los instrumentos adecuados es fácil realizar la media de la insolación. Pero también podemos hacer un calculo más sencillo, me explico: contabilizar, desde el lloro hasta la vendimia, los días nublados (en que no hay sol) y los despejados. Si los nublados son menos de un tercio de los despejados, este factor de maduración es positivo para tener una buena cosecha. También se pueden analizar del mismo modo el periodo entre envero y vendimia. Igualmente os digo que se considera factor positivo el que los dos tercios de los dias sean despejados.

Lluvia: Ésta no debe ser inferior a 350 mm, ni muy superior a 600 mm.

Heladas de primavera y vientos secos: Estamos hablando en esta ocasión de dos accidentes climatológicos cuya presencia es un factor negativo que debe tenerse en cuenta al prever la cosecha. Los vientos secos, fuertes y continuados reducen el tamaño del fruto y lo desecan. Las heladas de primavera pueden llegar a ser tan intensas que supongan la pérdida de la cosecha.

Lluvias después del envero: Si son abundantes, producen humedad que favorece al desarrollo de hongos; o sea que los racimos o las hojas se enmohecen y enferman del mildiu. Como ya habreis podido imaginar, el mildiu es un factor muy negativo para la calidad de la cosecha.

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