La poda de la vid

Como ya sabeis la vid es una planta trepadora que si se la deja crecer libremente desarrolla un larguísimo tronco provisto de zarcillos que se agarran al primer soporte que se puedan encontrar. La vid silvestre en los bosques crece prendida a los troncos de los árboles.

Material poda

En ocasiones se dan casos de asociación entre las plantas, decimos esto porque la vid silvestre puede trepar hacia la luz y el aire gracias a los troncos de los arboles, y posiblemente éstos también obtienen algo en contrapartida; quizás un intercambio de savia entre el zarcillo y el árbol, tal vez una insignificante modificación de los líquidos del suelo que pueda favorecer a las raíces. De todas formas, este tipo de conclusiones aunque parezcan interesantes no aportan ningún tipo de conclusión decisiva para el estudio de la vid cultivada.

Está claro que al agricultor no le interesa que la vid se desarrolle encaramada en lugares inaccesibles, solamente en Italia y en algún otro país mediterráneo las vides trepan a los troncos de árboles plantados a propósito. Debeis saber que a este inusual sistema de cultivo se le denomina alberato (significa arbolado) y tiene su remoto origen en la primitiva viticultura de los etruscos.

No obstante, lo más habitual es que la vid tenga un tronco corto de modo que el viñador no tenga que encaramarse a la hora de vendimiar. Está claro que bien merece un monumento el campesino que en su día consiguió cambiar el aspecto rampante de la vid, convirtiéndola en la planta baja que conocemos hoy y que el agricultor puede dominar a la perfección. Decir que para llegar hasta este punto hubo que recurrir indiscutiblemente al tema que nos aborda, la poda.

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