Seguimos con este maravilloso mundo, la autoclarificación o clarificación espontánea suele necesitar bastante tiempo, y no es posible esperar a que este proceso se produzca de forma natural. De ahí la necesidad de acudir a tratamientos para eliminar las sustancias en suspensión.
La clarificación consiste en añadir un producto capaz de coagularse con el vino y producir grumos que, posteriormente sedimentan de modo que el vino quedará limpio.
Los productos clarificantes o colas son generalmente proteínas; su coagulación se produce bajo la influencia del tanino y, a veces, por la propia acidez del vino. Hay que resaltar que la clarificación consta de dos etapas:
1– La reacción de la cola con los polifenoles (taninos y leucoantocianos) del vino, que lo coagulan e insolubilizan.
2– La separación de la cola por floculación, arrastrando en su caida las impurezas.
La eficacia de la clarificación depende de varios factores, como pueden ser: la riqueza en taninos del vino, la temperatura, etc…….