El vino de Jerez

Hay varios vinos que son un verdadero placer para todas las personas. El estilo que se puede apreciar en Jerez es el favorito de varios sujetos. Aquel modelo que se puede encontrar en el sur de España y que nace de los viñedos que miran a Tánger, al otro lado del estrecho de Gibraltar. Estos viñedos son cuasi africanos y son responsables de la maravilla que se hace con palomino, que es una uva blanca que muta como un camaleón.

Hay varios formatos de vinos de Jerez, pero el fino es el más popular, porque la gente se siente muy identificada con él. El vino blanco fresco que es de color pálido es el más atractivo para las personas ya que se cría dentro de las barricas y es protegido por el efecto oxidativo del oxígeno por un delgado velo de levaduras.

El vino envejece por años en el sistema de criaderas y soleras. Hay una pila de barricas que se van refrescando unas con otras hasta que la que se encuentra en el nivel del suelo queda lista para poder entregar su jugo.

El resultado que se puede encontrar es un vino recio, aunque muy refrescante. El mismo se trata de un blanco fortificado. Esta cualidad la recibe ya que se la añadió alcohol vínico como puede ser por ejemplo el Oporto. Por su parte, en el vino fino, la fortificación es más leve para poder permitir que esas levaduras de la flor no se mueran y que puedan crear su velo. Además, como consecuencia de la humedad de las naves de la crianza, el vino madura lentamente capturando los sabores salinos.

Para concluir, se puede decir que el vino blanco es un aperitivo, ya que no se utiliza con frecuencia en las comidas, sino en las picadas o por la tarde con algunos salames, quesos y jamones diversos.

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