Los vinos argentinos están catalogados y considerados dentro del grupo de los mejores a nivel mundial. Enólogos reconocidos, gente que disfruta del buen vino y aficionados a esta práctica tan hermosa lo afirman si la menor duda. Hay quienes dicen que Mendoza tiene los mejores ejemplares de Argentina, pero hay una ruta tan espectacular como mágica que combina los mejores vinos con los más imponentes paisajes. ¿De qué estamos hablando? De la famosa Ruta del Vino, que recorre parte de norte argentino y que, a medida que avanza, nos da la posibilidad de conocer y degustar los vinos más finos y sofisticados de la región.
Este circuito fantástico comienza en Salta capital, recorre a fondo todos los pueblos originarios del Valle de Lerma, para terminar de una manera especial y cálida en la hermosa Cafayate. En el medio hay varios lugares donde surgen inmediatamente las ganas de quedarse para escuchar las historias y las vivencias de su gente. Tras esta parada, viene cachi, pueblo que ofrece los mejores vinos artesanales y un sinfín de mitos y leyendas sobre la historia de la región. Molinos es el que sigue, y además de ofrecer otra buena cantidad de vinos artesanales nos deleita con una gran reserva de vicuñas.
Siguiendo el recorrido, es el turno de Colomé, donde los ejemplares se asientan a 2.400 metros de altura y encontraremos desde un fantástico Cabernet – Malbec hasta un exquisito vino frutado. El camino continúa y aparecen Angastaca, San Carlos y Animaná, famoso pueblo ya que allí se planta la primera variedad francesa.
Para cerrar un viaje lleno de quebradas, valles y vinos de la mejor estirpe, aparece Cafayate, que en octubre alberga la Fiesta del Vino Torrontes, pero además ofrece las más reconocidas bodegas y viñedos. Argentina, sin duda, es uno de los países más bonitos y heterogéneos. Y la Ruta del Vino, en Salta es parte de esa hermosa tierra.
