El clima de Rioja

BerberanaSi el vino de Rioja es famoso en todo el mundo, no es solamente por la acción del hombre que recoje la uva, la elabora y la comercializa, con bastante acierto si atendemos a los resultados. Hay otros factores que contribuyen a la calidad del vino, y uno de ellos es el clima de la región.

La Rioja está en zona templada, y se encuentra en el límite de las influencias marinas. Concretando más: las influencias atlánticas llegan por el oeste y por el norte hasta un poco más allá del Najerilla, y la influencia mediterranea llega, desde el este, hasta esa linde del Najerilla.

Debido a este cruce de influencias, y recordando la caída de nivel de 220 metros desde el O hasta el E, nos encontramos dos comarcas climáticas:

* La occidental, con otoños templados, de gran suavidad, y que suele invitar al descanso; inviernos largos, no extremados, con algunos dias aislados de nieve y con cortos periodos de heladas; primaveras más bien desapacibles, con dias de calor impropio y vientos secos del este y, a finales de abril, una vuelta o regreso del frío, con posibilidad de heladas.

* La oriental tiene otoños cortos y poco lluviosos, seguidos de inviernos muy soleados, aunque la temperatura nocturna sea muy baja; las primaveras son precoces y los veranos bastante calurosos.

Atendiendo a las necesidades agricolas, los climas pueden dividirse en dos grandes grupos: uno, donde llueve más de lo que necesitan las plantas; otro, donde llueve menos. Pero es difícil y requiere cálculos establecer las necesidades del viñedo y la cantidad de agua de lluvia que las cepas tienen disponible.

Pero en fin, los técnicos han hecho los estudios correspondientes y han diferenciado las mismas comarcas; la del oeste, calificada como de clima seco subhúmedo, y la del este, calificada como de clima semiárido.

Desde luego, la división no es brusca, sino gradual. Las temperaturas suben desde Haro, con 12,7ºC anuales, hasta Alfaro, con 14,4ºC; las cifras pluviométricas descienden desde Haro, con 499 mm, hasta Alfaro, con 284 mm. Esos climas templados, medianemente lluviosos, con suficiente luminosidad en verano, son favorables para el cultivo de la vid.

La suma de temperaturas a lo largo del periodo de maduración es suficiente; el número de días despejados (sin nubes) en verano y en otoño suele ser más que suficiente; y aunque el agua es un elemento escaso, sobre todo en la Rioja Baja o parte oriental, lo cierto es que la vid suele conservarse con humedad suficiente en el suelo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *