Bodega Finca Allende

La bodega nació hace un poco más de 30 años. El modo en el cual se creó fue algo particular. Un joven llamado Nicolás de Gregorio, que era viticultor manchego con amplia experiencia reunió a toda su familia en el comedor de su casa. Luego, puso rumbo a Rioja para comenzar a hacerse cargo de las históricas viñas Marqués de Murrieta. Junto a él, acarreaba a un niño de apenas seis meses, que se llamaba Miguel Ángel.

En la actualidad, ese joven que en ese momento no tenía decisión en lo que se estaba haciendo, hoy se convirtió en uno de los más inquietos y díscolos enólogos de Rioja. Gracias al aprendizaje que tuvo con su Nicolás y estudios que realizó a lo largo de su vida, su conocimiento sobre todo lo que rodea al vino es realmente muy grande.

A los 25 años, Miguel Ángel se hizo cargo de toda la dirección de una pequeña bodega en Logroño. Se trata de Bodegas Bretón. Con el paso del tiempo, demostró su buena capacidad dentro del mercado ya que impuso a los vinos de esa casa una personalidad muy reconocida y los posicionó con una solidez que muy pocos esperaban. Además, toda esa tarea la realizó sin renunciar a interesantes experiencias coronadas por el éxito.

En lo que se refiere al carácter de De Gregorio, hay que decir que es un hombre de múltiples curiosidades y con un halo renacentista. Casi lo obligaba a intentar la aventura del vino personal. Allí fue cuando se creó la Finca Allende, que es un proyecto familiar que busca experimentar y desarrollar las grandes ideas que fue teniendo a lo largo de su corta vida.

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